El proceso de reparación de vehículos es muy similar entre unos talleres mecánicos y otros. Las principales diferencias se encuentran en las distintas formas de gestión.
La actitud y enfoque, el trato con los empleados y los clientes, marca cómo lograr el éxito.
En el proceso de reparaciones de vehículos la mayoría de los talleres mecánicos comparten unos pasos esenciales que recogemos a continuación.
7 pasos esenciales del proceso de reparaciones de vehículos
1 Registro
Normalmente, los vehículos llegan al taller de 3 formas. El cliente se pasa sin avisar, el vehículo es remolcado o se ha concertado una cita. Cuando el vehículo se registra, un mecánico se encarga de la reparación de ese vehículo.
2 Inspección
Una vez registrado, es fundamental inspeccionar correctamente el vehículo. Conocer las averías que tiene el vehículo y otros datos de interés, hace que se pueda comunicar mejor al cliente qué es lo que le sucede a su vehículo.
3 Estimación del presupuesto
Este punto es el más importante del proceso. Un presupuesto bien estimado ahorra tiempo y preparará al cliente. Cuanto más minucioso sea y más anotaciones tenga, evitará problemas imprevistos que puedan surgir.
4 Autorización del cliente
Sin una autorización no se puede trabajar en vehículo de un cliente.
5 Comienzo de la reparación
Una vez se dispone de la autorización, el mecánico puede empezar a trabajar tal y como se ha comentado en la estimación.
Normalmente no hay muchos cambios respecto a la estimación aunque pueden aparecer imprevistos. Si hay algo que exceda de la estimación inicial hay que comunicárselo al cliente para evitar malentendidos.
6 Finalización de la reparación
Una vez finalizada la reparación del vehículo, hay que revisar que todo está correcto.
El vehículo debe salir tal y como ha entrado en el taller como mínimo, evitando entregárselo al cliente con manchas de grasa, residuos, interiores sucios, etc.
Los vehículos siempre deben devolverse de la manera más limpia posible.
7 Seguimiento
Después de reparaciones importantes siempre es bueno hacer un seguimiento personal de los clientes. Esto demuestra al cliente que nos importa y que estamos ahí si hay algún problema.
Por lo general, es una buena práctica hacer un seguimiento de cada cliente y tratar de obtener comentarios de su experiencia para analizar en qué se puede mejorar.