Una de las preguntas más comunes que recibimos se refiere a la diferencia entre el aceite lubricante para motores diésel y los motores a gasolina. En esencia son muy similares, sin embargo, las exigencias pueden variar, así como el funcionamiento y situaciones para los cuales fueron diseñados.

Es común encontrar aceites minerales para motores a diésel y hoy en día es más cada vez más común encontrarlos con aditivos. Esto representa algunos beneficios que platicaremos más adelante.

¿Por qué aceite mineral?

Los motores diésel se ven beneficiados de utilizar aceites de motor con base mineral. Un aceite mineral es un derivado directo del petróleo, que es refinado en diferentes procesos para soportar un amplio rango de temperaturas. En la mayoría de los casos, se les agregan aditivos y por lo tanto son conocidos como semi sintéticos. El lubricante base sigue siendo mineral, mientras que el aditivo es sintético.

Los motores diésel de un tráiler normalmente recorren muchos más kilómetros que un auto convencional. Los motores más viejos corren más riesgos y si su aceite fluye más rápidamente entre sus componentes, podría sin duda resultar contraproducente.

Algunos metales pueden requerir de un aceite más pesado para recibir mejor protección, tomando en cuenta las cantidades de kilómetros que recorren en un corto periodo de tiempo.

El aceite sintético puede ser la mejor opción en un largo plazo, sin embargo, en el corto el aceite mineral será más económico, sin mencionar que es mucho más simple de encontrar en caso de requerir de él en zonas remotas del recorrido.

Función del aceite en el motor a diésel

Las funciones que tiene un aceite lubricante en un motor diésel son esencialmente las mismas que en cualquier otro motor:

  • Disminuir el coeficiente de fricción entre los componentes móviles y estáticos al interior del motor al dejar una película que permite una interacción suave sin elevar la temperatura.
  • Limpiar cualquier impureza, pieza metálica o formación de lodo dentro del motor que pudiera obstruir el libre funcionamiento de las partes del motor.
  • Mantener la temperatura del motor dentro de un rango que sea seguro para los componentes, asistiendo al líquido anticongelante para que no existan daños o desgaste innecesario dentro del motor.

Sin embargo, estas tareas resultan mucho más difíciles cuando nos referimos a vehículos que están diseñados para llevar grandes cargas y por esta razón se diseñan con una viscosidad mayor para soportar el esfuerzo.

Cuando estos vehículos llevan un buen rato funcionando, todo suele ser perfecto, estar a temperatura y fluir sin problemas. Sin embargo, en presencia de bajas temperaturas, el aceite padece un poco par llegar a proteger los componentes más alejados del depósito, es ahí donde los aditivos asisten al aceite para proteger esos componentes.

Recuerda analizar a profundidad los beneficios de agregar un aceite sintético para motor diésel antes de realizar el cambio. Ten en cuenta que con un buen aceite mineral con aditivos estarás más que protegido.