Todos los motores consumen algo de aceite en su funcionamiento. Ahora bien, si este consumo es excesivo puede ser una clara muestra de que algo está pasando en el motor que no está bien y deberemos controlar. Aquí van los principales motivos de un consumo excesivo de aceite.

Un gesto que hemos perdido la costumbre de hacer es el de comprobar el nivel de aceite de nuestro coche. Nuestros padres y abuelos sabían mejor que nosotros lo peligroso que es ir con poco aceite en el motor. Los coches actuales apenas gastan aceite y, cuando lo hacen, no nos damos cuenta hasta que ya es demasiado tarde.

Si tu coche gasta más aceite de lo normal, es un problema que deberás atajar cuanto antes para evitar que el motor acabe completamente destruido y sin reparación posible.

Aunque la mayoría de fabricantes da por normal un consumo de aceite de hasta 1 litro por cada 1.000 km, todo lo que pase de medio litro ya empieza a ser preocupante en la mayoría de los casos. Vamos a ver las causas posibles de un elevado consumo de aceite y su solución.

Es normal que los motores consuman un poco de aceite al funcionar. El motivo es que para lubricar los cilindros, los propios pistones dejan una película de aceite en la pared de los mismos y esa película arde en parte cuando se produce la explosión o la inflamación de la mezcla de aire y combustible. Lo normal es que este consumo sea imperceptible y que no sea necesario tener que rellenar entre cada cambio de aceite, pero a veces sucede que el consumo aumenta y, si llegamos a tener un nivel demasiado bajo, el motor deja de estar correctamente lubricado, la bomba de aceite puede descebarse en ciertos momentos y el desgaste del motor dispararse.

Los motivos por los que un coche puede aumentar el consumo de aceite son:

  • Fugas al exterior: a medida que las gomas y juntas envejecen, los motores tienden a resudar aceite y tirarlo fuera. El problema es que los coches actuales llevan el motor tan carenado para insonorizarlo que a veces no vemos la clásica gotita de aceite en el suelo porque se ha quedado en el plástico que cubre el cárter del motor, que actúa como una bandeja recogiendo esas fugas. Lo primero que deberemos hacer al ver que el aceite baja de nivel más de lo normal es verificar que no haya fugas. Si las hay, ya tenemos el problema, habrá que cambiar la junta que corresponda. Si no hay fugas al exterior, seguimos buscando la causa.
  • Mala calidad del aceite: usar un aceite de mala calidad o con unas especificaciones diferentes de las que recomienda el fabricante del motor pueden ser la causa de un elevado consumo de aceite. Verifica el tipo de aceite que usas y si cumple con las especificaciones de tu coche. Aquí te explicamos cuál es el mejor aceite para tu coche.
  • Desgaste en el eje del turbo: los turbos giran sobre una fina película de aceite retenida por unos casquillos. Cuando esos casquillos se desgastan, el aceite de la lubricación del turbo se cuela en la parte del compresor o en la del escape y el motor empieza literalmente a beber aceite. Notarás que el coche echa un humo azulado y oloroso y en ocasiones que el turbo silba más de lo normal. Para verificarlo hay que soltar la manguera de admisión del turbo y verificar que la turbina esté limpia y seca, además de su holgura axial. Si hay desgaste en el eje del turbo es necesario repararlo lo antes posible. Es mucho más barato reparar el turbo al principio que tener que cambiarlo porque el desgaste es excesivo.
  • Desgaste en las guías de válvulas: las válvulas tienen unos retenes de goma que impiden que el aceite que lubrica la parte alta del motor caiga dentro de los cilindros. Cuando estos sellos o las guías de válvulas envejecen, el aceite empieza a gotear dentro de los cilindros. Lo notarás si cuando enciendes el coche en frío por las mañanas salen unas gotas de aceite por el escape y si echa mucho humo cuando le damos al acelerador después de unos metros reteniendo. Es necesario abrir la tapa de balancines y cambiar los retenes de válvulas o sus guías. Si usamos el coche así acabaremos provocando averías en los árboles de levas, en la culata e incluso en los cilindros debido a la carbonilla excesiva que se forma por la combustión del aceite.
  • Desgaste en los cilindros y segmentos: los pistones tienen unos anillos de acero que son los que se ciñen contra las paredes del cilindro para que sea estanco. A medida que se desgastan, el cilindro pierde estanqueidad y el consumo de aceite aumenta. Es necesario hacer una prueba de compresión para ver si es necesaria una reparación del motor.
  • Obstrucciones y fugas en el sistema de ventilación del cárter: el motor al funcionar produce una presión en la parte baja de los cilindros, donde está montado el cigüeñal. Para evitar esa sobrepresión, este espacio debe tener ventilación, pero es un circuito cerrado para evitar emisiones a la atmósfera de estos gases muy contaminantes. Básicamente esa presión se recircula dentro del propio motor y se queman de nuevo parte de esos gases. Si el sistema de ventilación del cárter tiene una obstrucción o si alguno de los elementos que lo forman (manguitos, decantadores, filtros, válvulas anti retorno…) está roto, el consumo de aceite se dispara.