Existen, principalmente, dos motivos por los que pierde agua un vehículo. El primero de ellos no es nada grave, incluso, es normal. Tiene que ver con el problema proceso de condensación del aire acondicionado que provoca que se formen charcos de agua en el suelo debajo del coche. Pero el segundo, sí es preocupante. Ocurre cuando hay una fuga en el circuito refrigerante. En este caso, la avería es más seria y es menester visitar al taller cuanto antes.

Condensación del aire acondicionado

Comenzando por el primer caso, no es raro que exista una pérdida de agua en un vehículo, sobre todo, en verano, como consecuencia de un proceso de condensación del aire acondicionado. Los conductos del aire acondicionado conducen aire frío, pero, si el conducto se encuentra en un lugar caliente, como ocurre en verano, el vapor de agua presente en el aire se condensa, formándose pequeñas gotas de agua que terminan por caer al suelo.

Al dejar estacionado el vehículo durante horas, se forma un charco de agua debajo que puede hacernos creer que hay una avería seria. Es algo normal que no se puede evitar. En cambio, si notamos que el aire acondicionado enfría menos o no enfría, entonces sí hay algún problema más serio y tendremos que llevar el coche al taller.

Fuga del depósito refrigerante

Sin embargo, si la pérdida de agua del vehículo procede del depósito del refrigerante, entonces es un problema importante. Primero, tendremos que cerciorarnos de que el charco es de agua y no de otro líquido, como refrigerante o aceite. Si es uno de estos dos líquidos, entonces se trata de una avería más seria.

Es posible que el vehículo pierda agua porque exista alguna fuga en el depósito que se encuentra en el vano motor. Si pierde agua el coche, pero no notamos la fuga o no la encontramos, entonces estamos ante un problema mecánico que, en función de la antigüedad del coche, merecerá la pena o no reparar. La falta de refrigeración puede ocasionar graves daños en piezas del motor muy importantes como las bielas, el cigüeñal y los pistones.

Fallo del radiador

También puede deberse a un fallo en el radiador, un elemento fundamental en la mecánica de un vehículo y cuya función es impedir que el motor se sobrecaliente. Es fácil detectar si sale agua del radiador, ya que está colocado en el frontal del coche.

Si el vehículo se queda sin agua y dispone de un sistema electrónico, éste avisará del sobrecalentamiento del motor y puede que provoque una detención del vehículo para evitar daños mecánicos importantes. Normalmente, antes de que falle un motor por pérdida de agua, suele hacer un ruido extraño, como consecuencia del roce de algunas piezas por salirse de su lugar. Si esto se produce, hay que detener el vehículo inmediatamente.