Total te explica por qué se lubrican de manera distinta los motores de estos vehículos.

Tal vez te hayas preguntado alguna vez si puedes usar el mismo aceite de motor para tu coche que para tu moto. Si eres el orgulloso dueño de un vehículo de dos y otro de cuatro ruedas, es bastante probable que te hayan surgido dudas acerca del mantenimiento de ambos y si puedes emplear productos de uno de ellos para el otro.

Lo primero que debes tener en cuenta es que, efectivamente, una motocicleta y un coche tienen puntos en común, entre ellos la necesidad de lubricar perfectamente sus componentes para protegerlos del desgaste y de la fricción. A pesar de esto, los aceites que se utilizan en cada uno son distintos, ya que cada uno tiene necesidades de lubricación específicas. Por eso no siempre será posible intercambiar el lubricante de uno a otro vehículo.

¿Por qué son diferentes?

Un ejemplo de estas diferencias es que el diseño del motor de una motocicleta es diferente al de un coche. Es cierto que comparten el hecho de tener cilindros, pistones y otras partes mecánicas. Sin embargo, la forma en la que estas se encuentran dispuestas es distinta, por lo que exigen lubricantes especializados. La diferencia principal radica en que la caja de cambios y el embrague de una motocicleta comparten lubricante con el motor.

Esto que te acabamos de contar no ocurre dentro de un coche. Es decir, el lubricante del motor de un coche no baña los discos del embrague ni de la caja de cambios. Esto se traduce en el hecho de que su lubricante posee una cantidad de aditivos que le permite cumplir perfectamente su función específica, como pueden ser los relacionados con la acción antifricción, los antiespumantes, antioxidantes, mejoradores de IV o detergentes, entre otros. Así que si colocáramos en una moto un lubricante con estas características de aditivación, nos encontraríamos con problemas en muchos casos.

Tal vez el mayor obstáculo al intercambio de lubricantes entre coches y motos lo presenta el embrague: normalmente con un aceite para coches, los embragues de una motocicleta tienden a deslizar. Esto se debe a que los materiales con los que están fabricados no son compatibles con esos aditivos, específicamente el antifricción.

Además, podríamos encontrar también problemas adicionales, como por ejemplo que los aditivos del lubricante ataquen los metales que conforman el embrague. Así que finalmente ocasionaríamos una avería mucho mayor si le colocáramos a la moto un aceite para coches.

Otra de las grandes diferencias entre unos y otros motores son las condiciones de operación que tiene cada uno y que son muy distintas entre sí. Ten en cuenta que podemos estar hablando de un motor de cuatro cilindros, 1.5 litros y 100 CV que opera habitualmente en torno a las 4.000 rpm, frente a otro motor de dos cilindros, 1.1 litros y 90 CV que podría llegar fácilmente hasta las 13.000 rpm.

A este régimen de revoluciones tan extremo, el lubricante debe mantener sus propiedades al máximo para garantizar el perfecto mantenimiento del motor. Si utilizamos un aceite que no ha sido diseñado para soportar unas condiciones tan severas, nos arriesgamos a que deje de lubricar y ocasione gripados o averías mayores.

Si posees un coche y una moto, seguro que te has dado cuenta de que el intervalo de cambio en ambos vehículos es distinto. Esto se debe a que el lubricante de motocicletas se suele llevar al extremo de manera más continua, por el tipo de condiciones a las que trabaja su motor y que hemos comentado un poco más arriba. Esto deteriora mucho más y más rápidamente su lubricante que el que se emplea en un coche, por eso se debe sustituir más a menudo.