Cuando hacemos el mantenimiento, normalmente se cambia el aceite del coche, los filtros, el anticongelante… pero hay un gran olvidado, al que conviene prestar atención: el líquido de dirección.

La dirección en un vehículo es un conjunto de componentes que se encargan de orientar las ruedas, a demanda del conductor, para que la trayectoria sea la correcta, realizando las maniobras de forma suave y progresiva.

La constante evolución de este sistema ha hecho que en la actualidad haya varios sistemas de dirección que los fabricantes de vehículos montan o incorporan en sus modelos, siendo cada vez más sofisticados e inteligentes. Con este sistema se consigue que el conductor pueda decidir hacia donde orientar su vehículo de una manera segura e instantánea.

La dirección asistida utiliza energía hidráulica en su funcionamiento y está formada por el volante, columna de dirección, cremallera, bomba hidráulica, tuberías y depósito de líquido hidráulico. Con todo este sistema se consigue que, a través de un fluido, el conductor tenga que realizar menor esfuerzo en las maniobras de dirección.

La bomba hidráulica recibe el movimiento del cigüeñal a través de la correa auxiliar o correa de accesorios, generando presión hidráulica para la asistencia de la cremallera. La presión circula a través de tuberías en todo el circuito. Este tipo de dirección es fácilmente identificable porque los componentes se encuentran visibles.

El sistema de dirección asistida de un coche se diseña para que la vida útil sea la misma que la del coche, siempre y cuando no tenga fugas o pérdidas de líquido y haya que repararla o sustituirla.

Muchas de las causas que provocan fallos o averías en las direcciones asistidas, vienen provocadas por utilizar aceite de mala o baja calidad y por no sustituirlos a su debido tiempo. Las causas que provocan una avería en el sistema de dirección asistida y que deterioran el aceite son las siguientes:

  • Sobrecalentamiento.
  • Conducir de una forma agresiva o brusca.
  • Aparcamientos con golpes en bordillos.
  • Utilizar aceites de mala calidad.

Hay que destacar que en vehículos modernos se utilizan unas válvulas de derivación de protección para evitar posibles daños y roturas.

Cuándo hay que cambiar el líquido de la dirección y cuál utilizar

Muchas marcas y entre ellas, Ford y Volkswagen, en sus recomendaciones de mantenimientos dicen que el líquido de la dirección asistida se debe sustituir cada 1-2 años o cuando se alcancen los 90.000-100.000 kilómetros y siempre siguiendo las recomendaciones del fabricante.

Pues bien, para saber cuando hay que sustituirlo si dudamos, deberemos tener en cuenta varios factores como pueden ser:

  • Mediante el diagnóstico visual ver el color del aceite, si está oscurecido y ha cambiado de color.
  • Olor a quemado.
  • Resistencia mayor para girar el volante.
  • Sonidos al girar la dirección.
  • Pérdida de líquido hidráulico.

Cuando notemos alguno de estos síntomas debemos llevar el coche al taller para su diagnóstico y posible sustitución de algún componente del sistema de dirección asistida y por supuesto del líquido hidráulico.

Si se efectúa alguna operación de reparación o sustitución de la bomba hidráulica o cualquier otro componente del sistema hay que echar líquido de dirección nuevo, teniendo en cuenta que debemos utilizar aceites con propiedades originales y de la calidad que estipula el fabricante del vehículo.

Hay vehículos en los que no tienen posibilidad de cambiar sistemas de sellado ni juntas, con lo que hay que sustituirlo por un nuevo sistema de dirección asistida.